jueves, 31 de diciembre de 2020

2020

 Odio profundamente los mensajes hechos, esos que hace unos años me molestaba en contestar, de forma personal, si, esos que te llegaban, y te llegan, hasta diez y doce veces y que decían mucho de la molestia que se tomaban contigo... Ya no me molestó, el paso del tiempo me ha dado la libertad de escribir cuando, a quien y lo que me apetece...



Si, ha sido un año malo, horrible para algunos, sobre todo los que habéis perdido a alguien...

En eso mi familia y yo hemos tenido mucha suerte y no nos podemos quejar...

Pero yo he mirado atrás por última vez y también veo cosas buenas, aprendizajes, momentos que se han dado solo por esta extraña situación, un verano muy diferente y especial que no olvidaremos, otra forma de ver a las personas, unos valores diferentes...


Adiós 2020, sin pena, sin rencor tampoco, pero siempre quedará en mi recuerdo, y en el de todos... 

Espero, solo espero, que nos haya servido para aprender que es lo realmente importante, que merece la pena...

Deseo un 2021 lleno de pequeños momentos, sonrisas, con o sin mascarilla, un rato de buena música en compañía, un rato para un café o una cerveza, o dos, o tres... Instantes insignificantes que a menudo se nos escapan, pero que a mí me gusta llamar felicidad...


A esos que están ahí, ellos saben, gracias y os debo un montón de abrazos y besos que tengo guardados.

Al resto, elegid uno de esos mensajes hechos, el que más os guste...



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