domingo, 23 de septiembre de 2012

En lucha conmigo mismo

¿¿Qué es esta extraña sensación que me ocupa, me embarga, me embriaga, me retiene, me para, me maltrata...???

Esa sensación de falta de aire, de que de pronto soportas el peso del mundo encima, o más bien que el mundo se ha venido abajo y ha ido a caer justamente sobre tí, sobre mí.

Hoy es uno de esos días, después de un día fantástico ayer, con ganas de todo, con disfrute, con risas, con carrera por el campo... hoy vuelven los fantasmas.

Pero ya dije que esto va a cambiar, que mi nuevo "software" está preparado para ello, o al menos se está preparando. Voy a enfrentarme al dolor, a la ansiedad, a los malos momentos con ayuda de mis dos princesas, de mi familia, con el rodar, que me llena tanto, con las ganas de luchar por lo que tengo, que es realmente mucho.

Mañana será otro día, veré la sonrisa de mi pequeña, le daré un achuchón y mil besos a mis chicas, si el dolor me lo permite saldré a rodar un rato (y si no me deja a lo mejor también, no va a poder conmigo siempre), miraré al cielo, y pensaré que él preferiría que disfrutara, y lo voy a intentar.

Mañana...


...seguiremos luchando. Luchando conmigo mismo.

martes, 18 de septiembre de 2012

Reiniciando el sistema

Ese camino me estaba esperando, ese trozo de asfalto que conecta mi casa con el camino, ese bordillo en el que siempre pego un pequeño salto, las piedras, siempre diferentes, siempre iguales.
Nada ha cambiado, todo sigue igual... o si?

Creo que algo sí ha cambiado, YO he cambiado, al menos de planteamiento. He decidido reiniciar el sistema, mi sistema. Formateo y vuelta a empezar. Ritmo tranquilo, aire en la cara, las molestias, si, siguen ahí,  pero hoy eran sólo eso, molestias. Era mucho más poderosa mi sonrisa cuando enlazaba unos tramos con otros, cuando volvía a sentirme bien conmigo mismo.

Sólo es un día, lo sé, no sirve de nada si no le doy continuidad, y es lo que pretendo hacer. Esperemos que mañana no vuelvan los fantasmas del dolor, del diclofenaco y el diazepam. Hoy me encuentro bien. Algo dolorido, también por las agujetas que empiezan a aparecer. Molestias que no llegan al dolor de días anteriores. Soportables.

Pero tengo que quitarme de encima este lastre, dejar libre mi cabeza de paranoias y disfrutar del bendito efecto lisérgico de las endorfinas. ¡¡¡ Benditas sean!!!

No quiero dejarme llevar por la euforia de la vuelta, quiero ser prudente. Tengo que buscar soluciones a lo que me pasa, pero una de ellas está clara, tengo que seguir corriendo, a pesar del dolor, a pesar de ese mal compañero de ruta que es el desánimo, a pesar de que mi cabeza no está bien.

Hoy me he pasado la tarde formateando ordenadores, luego, le ha tocado a mi "coco". Versión 2.0. Esperemos no tenga bugs!!!

lunes, 17 de septiembre de 2012

Sin sentido


Llevo tiempo sin escribir, la verdad es que ideas no me han faltado, pero la llegada de mi pequeña princesa ha trastocado todos mis hábitos, además de una enorme pereza que me invade desde hace algún tiempo.

No se si pereza es la palabra, pues creo que la mayor parte de las veces que he querido escribir ha sido otra eza, la tristeza, la que me ha frenado. Desde hace unos meses me encuentro en un estado anímico realmente extraño de explicar. Tengo más razones que nunca para estar feliz, y se encargan de recordármelo cada mañana con una sonrisa desde la cuna.

Pero a la vez me siento invadido por un halo de desánimo, de desaliento, de congoja que me enturbia y me absorbe, hasta el punto de que a veces me falta hasta el aire, me cuesta respirar. Las lágrimas vienen a mis ojos con una facilidad y una frecuencia anormal, me siento sólo en una multitud...

Sé que su falta tiene que ver mucho con ello, mi pequeña me lo recuerda cada día, en multitud de momentos en los que él disfrutaría de verla reír, andar, hablar, descubrir. Sé que no sólo es por ella. Le echo tanto de menos...

Pero también sé que es algo más... no se explicarlo. He entrado en un círculo vicioso en el que no estoy bien anímicamente, y eso me lleva a no estar bien físicamente, dolores que me torturan, que me trastornan, que no me dejan vivir como quiero hacerlo. Los dolores no me dejan hacer lo que más me libera de mente, correr, y eso me lleva de nuevo al desanimo, y a encontrarme peor...

Estoy harto de levantarme después de haber dormido bien y tener dolores como si no hubiera dormido, de no hacer nada en una semana y despertarme con agujetas y con la sensación de estar agotado. No sé que hacer ya. Conozco mi problema médico, sé que a veces voy a tener crisis, pero esto es otra cosa...

Sólo necesito sentir el viento en la cara, la lluvia, ver pasar los árboles, el deslizar del sudor en mi espalda, en mis sienes, esa sensación de vaciarse y a la vez sentirse lleno (los que corréis lo entenderéis seguro). 

Sólo sentir dolor porque me he exigido, ese dolor agradable, y esa sonrisa en la cara. Necesito volver a cruzar un arco de meta, mirar al cielo como siempre desde hace casi dos años y con el dedo en alto decir para mis adentros...

"va por ti jefe"